Eres mi enfermedad...

Cuando nos conocimos nunca sentí algo tan fuerte,
eras como mi amante y mi mejor amigo.
Repentinamente te vas y me dejas, no supe como seguir,
fue un shock que me hizo marear.
Ahora me corazón esta muerto, me siento vacía.
Y nunca me entregaré a otro de la manera que me entregué a ti.
Ni siquiera reconoces como me heriste,
y se necesitará un milagro para traerme de vuelta…
Eres el único culpable.
Eres la razón del porqué estoy pensando
que ya no quiero fumar esos cigarrillos, ya no.
Supongo que eso es lo que consigo por pensar con optimismo.
Nunca debí dejar que entres por mi puerta.
La próxima vez que quieras seguir e irte,
sólo debo dejarte ir,
porque ahora estoy sangrando por dentro.
Es como si fueses mi droga favorita,
el único problema es que me estabas usando
en una forma diferente a la que yo te usaba.
Pero ahora que se que no es lo que es.
Me tengo que ir, y no dejar que me uses.